NUESTRO AMANTE
PADRE CELESTIAL
A JESÚS LE GUSTABA MUCHO HABLAR DE DIOS como el Padre. Según los
evangelios, Jesús usó el nombre “Padre” más de 130 veces aplicado a Dios.
En varias ocasiones, le agregó adjetivos: “Padre celestial” (Mat. 6:14), “Padre
viviente” (Juan 6:57), “Padre santo” (Juan 17:11) y “Padre justo” (Juan 17:25). El
nombre describe el vínculo íntimo que debería unirnos con Dios.
Tradicionalmente para una familia, el padre significa amor, protección, seguridad,
sustento e identidad. Le da nombre a la familia y mantiene unidos
a sus miembros. Podemos disfrutar estos y muchos otros beneficios cuando
aceptamos a Dios como nuestro Padre celestial.
Aunque es esencial para nosotros que conozcamos al Padre, nuestro objetivo
debería ser más que un conocimiento intelectual y teórico. En la Biblia, conocer
a alguien significa tener una relación personal e íntima con esa persona.
¡Cuánto más con nuestro Padre celestial!
Esta semana exploraremos lo que Jesús enseñó acerca de nuestro Padre
celestial y su infinito amor por nosotros. También veremos la relación cercana
del Padre con el Hijo y el Espíritu Santo.