martes, 12 de mayo de 2015

                                            NUESTRO AMANTE PADRE CELESTIAL
                   


A JESÚS LE GUSTABA MUCHO HABLAR DE DIOS como el Padre. Según los evangelios, Jesús usó el nombre “Padre” más de 130 veces aplicado a Dios. En varias ocasiones, le agregó adjetivos: “Padre celestial” (Mat. 6:14), “Padre viviente” (Juan 6:57), “Padre santo” (Juan 17:11) y “Padre justo” (Juan 17:25). El nombre describe el vínculo íntimo que debería unirnos con Dios. Tradicionalmente para una familia, el padre significa amor, protección, seguridad, sustento e identidad. Le da nombre a la familia y mantiene unidos a sus miembros. Podemos disfrutar estos y muchos otros beneficios cuando aceptamos a Dios como nuestro Padre celestial. Aunque es esencial para nosotros que conozcamos al Padre, nuestro objetivo debería ser más que un conocimiento intelectual y teórico. En la Biblia, conocer a alguien significa tener una relación personal e íntima con esa persona. ¡Cuánto más con nuestro Padre celestial! Esta semana exploraremos lo que Jesús enseñó acerca de nuestro Padre celestial y su infinito amor por nosotros. También veremos la relación cercana del Padre con el Hijo y el Espíritu Santo.